Lecturas de 2023

Hacía tiempo que no hacía una lista de libros. O mejor dicho, una lista de libros pública. Siempre las he hecho, pero en mis cuadernos. Ahí registro casi todas mis lecturas y lo hago sin un afán particular, sin orden, sin propósito trascendental alguno, excepto la paranoia de creer que mi memoria se deteriora conforme pasa el tiempo. Aquí les comparto un poco de esa paranoia. La lista no tiene orden de preferencia, así que tomen nota de lo que les interesa. Advierto, por último, que no son libros publicados en este año que concluye —excepto el de Gabriela Damián— porque la verdad las novedades cada vez me repelen más y más; ahora prefiero llegar a los libros en el momento menos preciso y más inesperado.

Relatos de Tolstoi. Podría decir que fue mi libro del año. No sé si es mi impresión, pero Tolstoi es un escritor problemático hoy día porque su moralismo se antoja demasiado pesado; sin embargo, hay en su obra todavía un reducto de humanidad que resuena en nosotros. Un eco suave y débil que pervive en nuestro interior y que nos recuerda nuestra condición humana. Al menos tres relatos de los compilados en esta bella edición siguen en mi memoria claramente: “Historia de un caballo”, “Amo y criado” y “¿Cuánta tierra necesita un hombre?”.

Evito siempre las frases pomposas y exageradas, así que permítanme al menos esta: poca duda tengo de que estos tres libros de K. S. Robinson conforman una de las sagas más impresionantes de la literatura del siglo xx, pero que ahora, en un momento en que los hombres más ricos del planeta nos quieren hacer creer que la colonización de Marte es posible y urgente para salvar a nuestra especie del colapso ecológico, su poder cobra mayor fuerza. Más que profecía, la trilogía de más de dos mil páginas es una alarma de nuestro presente: no se trata en realidad de cómo terraformar Marte, sino de cómo volver a habitar nuestro propio planeta. Si no tienen tiempo de leer toda la trilogía, al menos el primer tomo sería suficiente.

No voy a mentir: esta no es una obra para todo mundo. La historia de Geoffroy Delorme es muy extraña. Siendo muy joven, renuncia a su familia y a la vida moderna para internarse en el mundo de los cérvidos. Su libro es la crónica de esa lucha: en la medida que se interna en el bosque y aprende a sobrevivir con lo que éste le ofrece, el autor se despoja dolorosamente de la vida pasada, pero al mismo tiempo descubre un reino lleno de ternura, solidaridad y humildad entre los corzos. Si les interesa la literatura de la naturaleza, esta es una buena opción.

Este ensayo me gustó más que el anterior de Amitav Ghosh, The Great Derangement. Su prosa es más trepidante, su planteamiento de mayor calado y su tesis más original. Nos cuenta cómo la nuez moscada, nativa de las Islas Banda, en el archipiélago de las legendarias Molucas, fue la causa de la colonización europea, la neerlandesa sobre todo, en esa región del mundo. A partir de este árbol, Ghosh nos cuenta cómo ha funcionado el sistema colonial y capitalista y los coloca como la causa última de la crisis climática. Va a publicarse próximamente en español y definitivamente lo recomendaría para cursos sobre el tema..

Especialista en historia de la religión y de la filosofía de la ciencia, Mary-Jane Rubenstein ofrece aquí un argumento contra la colonización espacial tal y como se está presentando y desarrollando hoy día, es decir con la misma base teológica, económica e ideológica que nos trajo el colonialismo y el colapso ecológico. ¿Cuál es el punto de ir a replicar lo mismo que nos ha traído hasta aquí? ¿Qué consecuencias éticas y astrobiológicas tendrá esa colonización espacial? ¿Por qué los hombres más ricos del planeta tienen tanto interés en salir del único planeta habitable del que tenemos noticia? Estas y otras cuestiones aborda la autora en un libro breve, pero muy intenso.

Me declaro culpable de un juicio no totalmente objetivo en este caso. La autora es mi amiga y este libro de cuentos, del cual me había hablado desde mucho antes de que se publicara, lo esperaba con ganas y con cariño. Tiene cuentos muy bien logrados que funcionan como una matrioshka, como un proyecto mucho más vasto compuesto de literatura, de geología, de vulcanología, de petrología y mineralogía. La ambición intelectual de Gabriela fue realmente muy ambiciosa, algo que se aprecia en un mercado editorial saturado de narrativas demasiado legibles que “se leen de una sentada”.

Soy fan de Ellen Meiksins Wood. Desde hace años he leído su obra con rigor y pasión. La canadiense fue una teórica marxista que desgraciadamente, a pesar de haber tenido una carrera de importancia en el marxismo anglófono —fue coeditora de la revista Monthly Review—, no acaparó la atención de otras contemporáneas como Nancy Fraser o Silvia Federici. Sin embargo, su obra no es menos lúcida. En este ensayo, escrito durante el embate neoliberal y la retirada de la izquierda a la academia, al multiculturalismo y a la social democracia, Meiksins Wood hace un llamado incisivo a no abandonar la clase social como categoría de análisis y de revolución social.

Sin duda, esta crónica de viaje compite con el de Tolstoi en cuanto a gusto y trascendencia. Este es uno de los libros de viaje más legendarios y especiales que hayan escrito sobre el Tíbet. Pero, además de más un viaje geográfico, Matthiessen experimenta un viaje hacia su interior, hacia su memoria y hacia la resignación por su esposa recién fallecida. El leopardo de las nieves se convierte en una ausencia siempre presente a lo largo de la crónica. El cariño y la atención que el autor le dedica a todo lo que ve y a las personas con las que convive —contrasta su actitud con el racismo de su acompañante, el biólogo George Schaller— hace de la narración una experiencia profunda y fascinante.

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Pandemias y hambrunas